Un Lugar para lo Desconocido

lunes, 9 de mayo de 2016

Mozart y los Rituales Masónicos

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) ingresó en la masonería con el grado de aprendiz en 1784, en la logia de Viena “La Caridad”. Un año después, alcanzó el grado de compañero y, al poco tiempo, se convirtió en maestro.
Pero años antes, en 1772, el compositor había recibido el encargo de la logia masónica de Múnich “La Prudencia” de componer una pieza, aunque se desconocen las circunstancias exactas en que se originó la obra: Lobgesang auf die feierliche Johannisloge (Canto de alabanza a la solemne logia de Juan).
Lo que se sabe es que es una de las más antiguas canciones masónicas y todavía hoy se sigue cantando en ocasiones especiales.
No fue la única contribución de Mozart para solemnizar rituales masónicos: en Maurerische Trauermusik, escrita en 1785 en memoria de dos hermanos masónicos, combinó el sentimiento de la Orden con el ritmo fúnebre.
Sé conoce que durante la visita a Viena en 1785, incluso el padre de Mozart, Leopold, se hizo masón.
Un año más tarde, en 1786, se sabe a través de fuentes documentales que se encontraron textos alusivos a símbolos oscuros –como lo llamaba la Iglesia católica– que para esa época se entenderían como satánicos. Por esta simbología pagana, sin explicación alguna, Mozart fue eventualmente criminalizado y juzgado por la Iglesia de la época.

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